Hace algunos días vi la de El Padrino II, la pasaron en no sé qué canal y me absorbió. Me gustó que hubiera dos líneas narrativas, la de Michael Corleone a final de los cincuenta, y la de su padre, Don Vito Corleone (interpretado por un Robert De Niro jovencísimo) desde su llegada a los E.U. a principios del siglo hasta poco antes de lo sucedido en la primera parte de la trilogía. Hay un momento en que Vito, tras perder su empleo y cometer su primer robo, es abordado por Don Fanucci, el mafioso local, para pedirle dinero y así dejarlo trabajar en paz (ya sea legalmente por cien dólares tras cada venta o ilegalmente por el doble tras cada golpe). Por supuesto Vito caza a Don Fanucci y lo mata durante una fiesta popular en el barrio. Después del asesinato, incluso sin haberlo buscado intencionalmente, Vito se vuelve el "protector" del barrio, y así es como empieza la famiglia Corleone.
Ahora bien, en la escena en que Don Fanucci intenta extorsionar a Vito, le da a entender que si le entra va a poder ejercer en paz, y si no, le mandará a la policía. Relaciono eso con lo que está sucediendo en el norte del país (y lo que cuentan que hace ETA en España) en que bandas del "crimen organizado" van y le piden cooperacha a los comerciantes establecidos a cambio de "protección", que es un eufemismo de "no madreárselos", y mientras que deben castigar a los que se niegan a pagarles precisamente "dejando" que algo les pase, también deben hacer valer su protección de facto e impedir que otras bandas anden merodeando su territorio. Y es lógico, los gobiernos son entidades demasiado grandes y amplias y porosas y sueltas como para de verdad garantizar seguridad, mientras que los tiranuelos locales sí pueden, y si no pueden, por lo menos pueden ejercer algún tipo de venganza contra quienes cruzaron a su territorio para hacer fechorías sin permiso.
Viéndolo así me di cuenta de que hay un paralelismo entre mafia y gobierno, al menos el gobierno como lo conciben los derechistas neoliberales, que es una entidad exclusivamente reguladora y cuidadora del orden. Sin seguro médico ni educación pública, nada, sólo una gran policía a la que se le paguen impuestos para "protegernos"... El gobierno, puesto que hace su trabajo de cuidarnos de los maleantes pésimamente, ha dado espacio para que haya toda clase de extorsiones por parte de banditas locales y secuestros y lo que se quiera, con lo cual yo preferiría pagarle a un capo local pero estar más seguro, que seguir pagando mis estratosféricos impuestos y recibir a cambio solamente comerciales propagandísticos pagados a las televisoras públicas, que glorifican a políticos poco diestros y fraudulentos.
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