3 de junio de 2010

Desobedeciendo a los astros

El año pasado mi papá calculó todos los aspectos astrales y me mandó a cumplir años a La Paz, acepté porque me interesaba huir uno o dos días de casa, porque no me la estaba pasando muy bien y necesitaba el espacio para pensar. Fui a esa ciudad costera y norteña, y el viaje fue tan relámpago que no tuve oportunidad de pensar nada en realidad. No considero que me haya ido mejor por haber ido a cumplir años a BCS, de hecho, este año se me multiplicaron exponencialmente los problemas, lo cual no es necesariamente malo, lo sé, pero irme mejor hubiera sido por ejemplo ganarme la lotería y quedarme echado seis meses con algunas decenas de libros por leer. Y claro, puesto que nació Loana puedo decir que ha sido un gran año, un año mágico y de mucho aprendizaje. Pero Loana ya venía en camino desde febrero, y lo sabíamos desde marzo, así que no es como si ella fuera resultado de mi viaje a La Paz.

Total que este año está en riesgo hasta mi libertad de expresión si me quedo a cumplir años en el defe, y tendría que irme a Nogales, o alguna otra ciudad norteña... No iré porque en el trabajo la cosa está que arde, debemos entregar un proyecto el 10 de junio y el director del área está sobre nosotros cada media hora. Es tal la presión que tenemos, que incluso pedirle que me deje salir más temprano para ir al aeropuerto y llegar al otro día más tarde representaría una gran ofensa y una negativa tajante. No iré porque no quiero dejar solas a mi amada y a mi hija en la ciudad de México, y menos por una superstición en la que creo de juego. La astrología es un poquito como los impuestos, nunca estás a mano con los astros, siempre están una serie de aspectos ominosos y tremendos, que es necesario mitigar... Nunca he oído que mi papá vea su retorno solar y diga, "mira nadamás, qué bien, si me quedo en mi casa este año me va a ir mejor que nunca", no señor, la situación siempre está de la chingada, siempre hay que irse, moverse, viajar, y no para obtener grandes beneficios, sino tan sólo para que no esté tan de la chingada.

Estoy seguro de que no me irá mal este año, incluso contra los astros. ¿Y porqué estoy tan seguro?, pues porque cada vez soy más habilidoso y capaz en los oficios por los que me contratan, y porque en el campo en que me desempeño, en México, la fuerza laboral especializada en lo que hago es escasa. Pero también porque tengo la disposición para salir adelante sin importar qué tenga que hacer. Jejeje, si este año de plano me va mal, puedo echarle la culpa a mi fatídico retorno solar, pero, ¿y si me va bien a pesar de las predicciones astrológicas paternas?

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