20 de junio de 2010

RIP + día del padre

A mí Saramago me conquistó con El evangelio según Jesucristo y su Jesús de verdad Amable. Después leí Memorial del convento, con Blimunda Sietelunas y su extraño poder, y la deliciosa historia de amor entre ella y Baltasar. Siguió la Historia del cerco de Lisboa, con ese travieso corrector de estilo que cambia intencionalmente la historia nacional y luego se enamora de su nueva jefa. Luego me aburrí un poco con El año de la muerte de Ricardo Reis, pero seguramente fue porque aún era un adolescente desconocedor de Pessoa, tendría que volverlo a leer. Manual de pintura y caligrafía tampoco me pareció tan tan bueno, pero algunas bromas y el entusiasmo por dejar atrás la dictadura militar, al final del libro, me llegaron y conmovieron. Leí también La balsa de piedra, con asombro y gusto, y complicidad con los personajes y su peregrinar por una ex-península, que se desplazaba por el atlántico hacia EU. Luego vino Ensayo sobre la ceguera, y esa temible epidemia de ceguera blanca que azota al mundo no me dejó soltar el libro. El de Todos los nombres con su inmenso registro civil y el obsesivo Don José también me dejó buen sabor de boca. La caverna no estuvo mal, su descripción de la ciudad da claustrofobia, sobre todo después de la vida en el campo de los personajes principales. Ensayo sobre la lucidez me defraudó, pero no tanto por culpa de Saramago, sino por mi copia del libro, a la que le faltaba un bloque como de 30 páginas ahí donde se ponía más interesante. Me ofendí y ya no lo conseguí para concluirlo, en realidad me estaba pareciendo ñoño y predecible, pero también porque para entonces ya me había picado la afición por Umberto Eco y Saramago quedó relegado.

He adoptado en tanto a mentores literarios a algunos autores a lo largo de mi vida, un tiempo fue Milan Kundera, otro fue Julio Cortázar, y otro fue Saramago. Padres putativos, a los que si pudiera felicitaría en este día por su extensa prole literaria. No puedo, Cortázar se fue en el 84 y ahora partió también Saramago. Descanse en paz.

Hoy que es día del padre, el primero de estos festejos en que me felicitarán amigos y familiares también a mí, siento que la verdad no necesito ser felicitado, pues la llegada y permanencia de Loana es una fuente de alegría tal, que ningun buen deseo podría mejorar mi situación en ese sentido. Por otro lado, felicitaré a mi papá con mayor comprensión y complicidad, de Hombre a Hombre, de papá a papá (aunque también sea de papá a hijo y de hijo a papá... empiezo a entender la idea de la trinidad).

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