Al director de donde trabajo no le gusta la igualdad. En realidad, creer que existe igualdad entre las personas es un poco ingenuo, pero no se trata de eso, sino de establecer una base desde la que todos tengan posibilidades similares respetando la diversidad, etc. Pero decía que no le gusta la igualdad, lo que le gusta es la competencia. Así que cuando los compañeros de proyecto me pidieron que usara mi supuesta diplomacia para indagar cómo iba a estar aquello del energizer famoso, le mandé un mail de gran sutileza con burda copia para todos. Por lo cual me mandó llamar, y me explicó que eso de fijar una cantidad igual para todos no le gustaba, que había que establecer un criterio por medio del cual se le diera más dinero a quien más mérito tuviera, o a quien más hubiera trabajado, o a quien más hubiera producido.
Al final del proyecto nos llamó a todos, nos habló de desarrollos futuros y presentes, nos felicitó, nos dijo que venían muchas cosas buenas y que el futuro se ve brillante, etc. Luego, como mencioné recientemente al final de este post, él abordó el tema del bono: me pidió una evaluación con la cual pudiéramos distinguir quien había trabajado más. Así que entré al trac, nuestra magnífica herramienta (pero jamás usada por la gerencia) para gestionar proyectos, y tras un día de análisis le entregué cuatro métricas: 1.- el número total de commits por desarrollador (ahí quedé en segundo lugar), 2.- el número de archivos importados (o generados, o nuevos) que había aportado cada miembro del equipo (ahí fui el primero), 3.- el número de archivos modificados por persona (otra vez fui segundo), y 4.- el número de líneas de código nuevas o editadas (y aquí quedé en tercer lugar).
Curiosamente, él tenía una mala impresión de Mara, la única chica del grupo veterano de desarrollo, tal vez porque no es muy locuaz en las juntas, porque es taciturna y pareciera que no pone atención (y mucha menos si tiene los audífonos puestos). Creo que es más un problema de actitud que de capacidad, porque el número de líneas de código que ella metió fue cerca de 4500, seguida del genio en Java Louie con 3800, a continuación quedé yo con 2400, y al final quedó Klars con 1900, lo que pasó con Klars fue que además deste proyecto estuvo trabajando en otro para el que estaba comprometido desde mucho antes. Quiero ver ahora de cuanto era el botín y cómo lo repartirán, supongo que si del total de líneas de código sacan porcentajes a mí me tocará una parte pequeña, y eso que yo hice la medición, en fin, es el precio de la honestidad (tal vez hubiera podido mentir y ponerme más líneas de las que hice, pero puesto que el trac está ahí para todos y cualquiera podría volver a hacer las cuentas decidí dejarlo así (me recuerdo a los vendedores que dicen "le voy a ser totalmente honesto ingeniero")).
Ahora quiero investigar si hay algún programa que haga automáticamente este tipo de cuentas, porque me tardé un día entero en extraer los datos, y en elaborar y mandar el reporte a la dirección, la cual se mostró complacida y quiere seguir recibiendo reportes de ese tipo.
1 comentario:
Si hay ese software de análisis y lo encuentras, mocha.
Si lo escribes, mocha.
Gracias.
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