20 de marzo de 2009

Más de mi seguro ex-irregular

Como escribí aquí y aquí, emprendí un largo proceso para usar mi afiliación al IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social). Así que hoy fui a terminar el trámite de regularización. Fui con mi musa, que trabaja por honorarios y no tiene esa prestación. Me acompañó para ver si podía inscribirla como mi pareja. Resultó que o bien llevamos un acta de matrimonio, o llevamos a dos testigos que den fé de que vivimos juntos desde hace más de cinco años...

Total, me dieron mi carnet, ya estoy dado de alta en la clínica que me corresponde, ya tengo los documentos que me acreditan como derechohabiente del seguro, y ya podría reservar consultas médicas para mí, pero mi amada me acompañó en valde. Ahora bien, llevamos viviendo juntos el tiempo necesario, pero necesitamos coordinarnos con los correspondientes testigos para que nos acompañen un día de la siguiente semana (según esto no pueden ser familiares). La otra opción es ir a un registro civil, pagar como 50 pesos, hacer el trámite de matrimonio y volver a la clínica con el acta del casorio. Yo no tengo ninguna reserva para inscribir nuestra unión en el marco legal, no lo necesito, no necesito que nadie me declare marido de nadie, pues yo sé lo que siento y ningún aval es requerido, pero si eso facilita que mi compañera tenga acceso a servicios médicos gratuitos lo haré.

Por otra parte, mi afore sigue yendo a parar a la cuenta de otro indivíduo, pues al parecer son asuntos diferentes. Primero tenía que regularizarme en el IMSS y ahora debo ir a pelearme con los bancos para que arreglen el despojo que han estado haciendo con mis fondos de ahorro para la jubilación. Pinches instituciones mexicanas e internacionales (pues los bancos ya no son nacionales) chafas: cuando trabajaba en AeroMéxico me iban a visitar decenas de vendedores de afores y localizaban con grán facilidad mis ahorros, que en ese tiempo sumaban ya casi 60mil pesos (lo que no alcanza ni para un año de mi estilo de vida), pero bastó que trabajara durante dos años para una empresa que me pagaba por "honorarios asimilables" (o sea sin prestaciones) para que me robaran. Ahora, como dice el dicho: "de lo perdido lo que aparezca".

Saliendo fuimos a ver libros a Ghandi, y ahí compré un Atlas de epocas remotísimas (inspirado por el penúltimo artículo de U. Eco en Sobre Literatura), de Inglaterra, Escocia e "Hibernia". Es en dos volúmenes y son ilustraciones super lindas, además de contar con un texto explicatorio en inglés, francés y alemán.

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