8 de junio de 2009

Bloggear desde el trabajo ¿imposible?

Ahora que implementaron el finíssimo firewall en el trabajo, muchas páginas web han quedado bloqueadas, incluso si eran páginas solamente de texto, sin más elementos de entretenimiento que las tan desvirtuadas (pero inocentes) perras negras, tal como este: su blog preferido. Así sucedió que tuve que adoptar nuevas técnicas si quería revisar la ortografía o estructura gramantical de mis publicaciones, para detectar fallas temprano desde la oficina y corregirlas antes de que algún lector me las señalara. No se trata de cambios profundos que me tomen horas y horas, sino que la mayor parte son leves correcciones de errores de dedo y demás nimiedades pasadas por alto la noche en que escribía.

Fue muy fácil, por lo general cuando se navega la web uno busca los contenidos en servidores que están en cualquier parte del mundo, para esto hay DNSs (Domain Name Servers) que relacionan la ip asignada por algún proveedor de servicios de internet a alguna conexión con algún nombre web (del tipo http://www.xxx.ooo). Dicho nombre se puede cambiar gratuitamente cada cierto tiempo, igual que la ip a la que está unido, y haciendo en el DNS las modificaciones pertinentes siempre se puede encontrar la máquina que uno busca.

Así, yo puedo decirle a mi máquina en un punto z de la internet que pida periódicamente al ISP (Internet Service Provider) otra ip, que le avise del cambio al proveedor de DNS, y que abra un canal encriptado y escuche por algún puerto (desde el 1 hasta el 64000), y por ahí, meterme a distancia a mi equipo y abrir un navegador (ya sea en modo texto o gráfico), y de manera remota surfear libremente la web, pudiéndole cambiar también de nombre a mi server las veces que sea necesario para que el magnífico firewall de donde laboro no me bloqueé.

Curiosamente, solucionar este tipo de problema me hizo pensar en cómo publicar posts enteros desde la chamba (cosa que aún no intento), o más que publicarlos, puesto que los escribo con algo de anticipación, agendarlos. Resultó que es incluso más fácil que acceder al blog clandestinamente: uno no tiene porqué redactar o escribir directamente en la página de blogspot, se puede hacer tranquilamente en un editor de textos cualquiera y luego mandar el escrito por correo electrónico a alguna cuenta privada, y más tarde, estando en donde la internet sea libre de trabas, copiar y pegar el texto en la interfaz de blogger. Es decir, que en la oficina no han podido (ni podrán) detener mi flujo de información, pero no hay de qué sorprenderse, information wants to be free.

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