24 de junio de 2009

Parecon - Parte 1 (10 de 48)

Equidad
Prácticamente todos favorecen la "equidad". Pero la controversia surge porque personas diferentes quieren decir cosas diferentes con el término. Queremos ingresos justos y situaciones justas, pero ¿justos en qué sentido?

Equidad 1: Ingresos
Respecto a los ingresos, cuatro normas de distribución resumen las opciones disponibles sobre cómo debería compensarse a las personas por su actividad económica:
  • Norma 1: Remunerar de acuerdo con la contribución de bienes físicos y humanos de cada persona.
  • Norma 2: Remunerar de acuerdo a la contribución solamente de los bienes humanos de cada persona.
  • Norma 3: Remunerar de acuerdo al esfuezo o sacrificio individual de cada persona.
  • Norma 4: Remunerar de acuerdo con las necesidades de cada persona.
Por supuesto, históricamente la norma más frecuentemente realizada es que las personas deberían obtener aquello que sus fuerzas les permitan tomar, pero virtualmente nadie promueve moralmente el poder de negociación de la fuerza bruta como nuestro criterio de pago preferido. Nadie piensa que este enfoque común sea superior éticamente. Nadie cree que sea eficiente. La idea de que la sociedad debiera enriquecer al sinverguenza por sus sinverguenzadas, aunque esa sea típicamente la regla que los mercados y muchos otros sistemas imponen, no es el ideal proclamado de nadie. Por esa razón no requiere ser tratada en un libro sobre visión económica. Así, poniendo atención sólo a las cuatro normas que las personas promueven, consideremos primero la norma uno.

El razonamiento detrás de recompenzar a las personas por la contribución que su capital privado hace a la producción es que las personas deberían obtener de una economía lo que ellas y sus posesiones productivas contribuyen. Si pensamos en los bienes y servicios de la economía como un cazo gigante de guisado, la idea es que los individuos contribuyen, con su labor y con aquellos bienes productivos no humanos que traigan a la cocina a cuan abundante y rico será el guisado. Si mis labores y mis bienes productivos hacen el guiso más grande o más rico que tu labor y tus bienes productivos, entonces de acuerdo con la norma uno, es simplemente justo que yo coma más, o trozos más deliciosos que tú. Puesto que traje mayores bienes a la cocina, merezco una mayor recompensa. Tú tienes una azada y yo un tractor. Esto me hace más productivo que tú y me permite hacer una mayor contribución a la producción total de alimentos de la sociedad. Es simplemente justo, por lo tanto, que yo sea mejor remunerado que tú.

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