27 de junio de 2009

Visiones divergentes de la misma fuente

Hace dos posts hablaba de lo que para mí representa la democracia representativa y del poco valor que le veo desde el punto de vista del oprimido. No desde el del opresor, por supuesto, quien seguramente encuentra que el acomodo "democrático" actual le acomoda muchísimo.

Si vemos los objetivos liberales como positivos y progresistas entonces: ¿se puede hablar de un avance a lo largo del tiempo? ¿En qué se mejora si antes la justificación para el poder era divina, mientras que ahora es popular, si en ambos tiempos era/es una mentira? Tal vez en la forma de pensar de los dirigentes, de los políticos, de los que se sienten dueños de la situación y excelentes moralmente, pero ¿y el populacho, cuándo deja de padecer hambre?

En esta ocasión quiero hacer una comparación entre los casos AMLO y MHM (Mir Hossein Mousavi) desde la perspectiva de la prensa internacional (AP, Reuters, AFP, ANSA, etc). AMLO fue un candidato retratado desde el exterior como una fuerza amenazadora, reaccionaria (ir contra el libre mercado, ¡válgame!), paternalista, y semifascista que nada bueno le traería al país en ningún sentido. Sin embargo por sus tremendas dotes populistas y demagógicas contaba con el apoyo irresponsable e irremisible de un enorme e ignorante sector social, lo que le confería no pocas peligrosísimas probabilidades de triunfo.

MHM fue un candidato visto desde afuera como una esperanzadora posible fuerza liberadora para Irán respecto del terrible régimen religioso opresor y militarizado de Mahmoud Ahmanidejad: presidente de la teocracia musulmana más odiada por los gringos e israelíes en el medio oriente, no sólo porque no se somete a los embates comerciales y militares de estos últimos, sino por la plétora de petróleo y gas natural que contiene el subsuelo de ese país chiita, lo que le ha permitido salir adelante comerciando con otras naciones que requieren de esas materias primas.

Quitar a Ahmanidejad hubiera sido festejado por la prensa internacional como lo más positivo del mundo (quizá después solamente de la salida vía urnas de Bush), y aunque la gente iraní en general no la pasa tan mal como por ejemplo los palestinos, una gran parte quisiera pasarla mejor, por lo que buscan libertades personales similares a las que hay en Europa o los E.U.

Total que llegaron las elecciones y en México el fraude fue evidente, quienes manejaban el poder no dejaron pasar ninguna oportunidad para impedir la alternancia hacia alguien que les daba miedo, se creyeron que la idea de las gráficas cruzadas y el 0.56% era buena y la ejecutaron y ahora es historia (no importa que todos sepamos que fue mentira). Quizá en Irán también sucedió así, con la variación de que Ahmanidejad necesitaba una victoria aplastante para presumir su carta "democrática" ante el mundo occidental. No calculó que sus "súbditos" se le revelaran de ese modo.

La diferencia está en la "lectura" ofrecida por parte de la corrupta prensa internacional: mientras que la de AMLO fue puesta como una molesta protesta minoritaria de un mal perdedor (y a Calderón como presidente electo y pacífico de un México "ligeramente" descontrolado), a MHM lo han colocado como un superhéroe que se enfrenta a los peores tiranos, a los clérigos, al islam terrorista, y que puede volverse un mártir de la democracia, etc (y a Ahmadinejad como un dictador fraudulento y represor). Es obvio que las democracias representaticas son instrumentos que pueden ser legitimados y deslegitimados por los medios, entre otros agentes, pero no por los impotentes y simples electores.

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