16 de junio de 2009

Traducir desde más lenguas para practicarlas

La traducción de Parecon va bien, un poco lenta pero bien, tengo ya traducido hasta el trozo 26 de 48, es decir que ya pasé de la mitad. Cualquiera podrá decir que sí, pero ya salieron los primeros nueve posts, es decir que sólo tengo 17 de adelanto, y como me faltan 22 no llevo adelantada ni la mitad de lo que falta publicar. Pero yo respondería que eso no importa, porque aunque tuviera tan sólo dos de adelanto me daría tiempo para trabajar en los demás pedazos más o menos tranquilamente, lo importante es no llevar ninguno de atraso, porque ahí sí, se empiezan a acumular y luego ganan la desesperación y la desidia y finalmente llega el abandono. Además, anticiparme 17 textos de una categoría, con un clclo de nueve días entre post y post, me da una ventaja de ciento cincuenta y tres jornadas para seguir con el trabajo de traducción.

Argumentos a favor de presionarme para terminar lo antes posible la traducción o a favor de relajarme y dejar fluir los hay y muy convincentes de los dos lados, entiendo las ventajas y desventajas (simplemente conceptuales) de mi 'obsesión'. Que parece que no se trata tan sólo de lograr que se cumpla un cometido: publicar diario; sino de preparar hasta cierto punto el contenido venidero para que no surjan inconvenientes que eviten que dicho cometido se cumpla, es la puritita verdad. Pero ¿hasta donde quiero llegar?, ¿a tener listo el siguiente año?, ¿el siguiente semestre? Eso no lo sé. Sé que con las traducciones disparo lo más lejos que pueda hacia el futuro, y que son ellas las que me permiten ir encaramando los demás textos a su alrededor y acumular a veces una decena de días seguidos de adelanto, y sé también que en cualquier periodo de apatía los puedo despilfarrar.

Debería traducir también del francés y del italiano, pues lo que he hecho últimamente ha sido todo del inglés al español, y con esa práctica me he ido volviendo diestro en pasar de material inglés a material español algunas ideas con las que simpatizo. Pero si quiero ser diestro también en las otras lenguas que hablo debo practicar también con ellas. Al revés ya no tanto, asumo que la lengua en que mejor me muevo es el español, es la plastilina con la que puedo copiar con bastante buena aproximación los trabajos en otras lenguas, pero no me siento tan experto en la plastilina de las otras lenguas, aunque en mi currículumo diga que los leo, entiendo, uso en conversaciones y escribo al 100%; ya llevar algo del español a otra lengua, y hacerlo elegantemente es más difícil.

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