22 de junio de 2009

Die Gedanken Sind Frei (13 de 16)

Eben Moglen: Es cierto que hasta ahora nos hemos enfrentado con una nada astuta oposición. El monopolio de Microsoft no fue listo en sus tratos con el software libre. Más estúpido que la industria disquera sería difícil de lograr. Las compañías de telecomunicaciones tienen, estoy deacuerdo contigo, una estrategia mejor. Pueden proseguir la tarea de convencerte de que el acceso wireless es algo que debes pagar; y van a tener bastante buena suerte por un rato al hacerle así.

Starbucks Coffee, el cual lamento ver que está también en Berlín, así que puedo hablar de él como algo del vecindario. Starbucks Coffee, el cual ha invadido los Estados Unidos tiene un trato con T-Mobile: puedes pagar seis dólares al día o treinta dólares al mes y puedes tener acceso inalambrico en Starbucks. Entonces construí un pequeño experimento, una obra de arte performativo en la Isla de Manhattan, encontré a personas que vivían dentro de cien metros al rededor de Starbucks y les di ruteadores wireless y les conseguí un servicio de alta velocidad con un proveedor al cual no le importaba si lo reusaban y puse un hot-spot sin costo dentro de Starbucks de ese modo. Por tanto entras a mi Starbucks liberado, y 'sólo funciona' si no estoy violando ninguna marca registrada al usar esta frase.

Entonces el problema para las compañías de telecomunicaciones es: ellas tienen costos fijos de construcción muy altos y nosotros podemos construir más barato que ellas. Esta es la dificultad fundamental en su modelo. Te garantizo que su modelo es más astuto que el modelo de la industria disquera: ellos todavía no han decidido que el modo de lidiar con esto es meter a niños a la carcel. Pero podemos hacerlos ir por ese camino, ¿entiendes?, construyendo encima de ellos y eso es lo que haremos.

Y se enfrentarán a final de cuentas con el mismo problema al que se enfrentan ahora los moribundos negocios de distribución: ¿cuánta coerción pueden lograr que aplique el estado en apoyo a su modelo de negocios? El movimiento de liberalización de los años 1980 y 90 consistió en el estado diciendo: "Queremos ejercer menos coerción a nombre de los gigantes de las telecomunicaciones de la que ejerciamos antes". Dentro de poco, los gigantes de las telecomunicaciones estarán demandando la reintegración con el estado, como está ahora pidiendo la industria disquera fundamentalmente la integración con el estado para protegerse a sí misma. Tienen un mejor juego que jugar, pero van a perder de todas formas. Rentar equipos de conmutación no es un buen negocio en un mundo donde los equipos de conmutación son ubicuos. Y si nosotros usamos el espectro electrómagnético que nos pertenece, y los dejamos usar los pares de cobre y cables coaxiales: ganamos.

Daniel Pesano: Gracias.

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