24 de julio de 2010

Jugarle al loco

En estos últimos días se dio un conflicto entre Venezuela y Colombia que espero que no escale, ni llegue a una guerra a la que Chávez dijo que "habría que ir llorando, pero habría que ir". Por su parte, Uribe no puede lanzar a su embajador ante la OEA a decir estupideces respecto de si el gobierno venezolano es justo o injusto, si despilfarra bienes que en un sistema capitalista se optimizarían, etc, y pretender credibilidad. Si la cuestión era la guerrilla, me parece divertido que la detecten en Venezuela y en Ecuador pero no en su propio territorio. Seguramente el gobierno colombiano alegará que si no encuentran a sus propios guerrilleros en casa es porque viven en Venezuela. Es más, alegarán que para cometer sus fechorías en Colombia, pasan furtivamente desde territorio venezolano, recorren miles de kilómetros y se filtran entre los retenes y las bases militares, y ejecutan sus ataques para regresar después a la protección venzolana, porque en Colombia ahora ya es imposible, tras ocho años de uribismo, que siga habiendo rebeldes...

Total que es obvio que se trata de una provocación. Pero si es tan obvio, ¿porqué toma la oportunidad el presidente venezolano para armar un escándalo y amenazar a su vez? Digo, todos saben que Chávez es un respondón arisco, pero también ha sido capaz de aliar y unir a un gran bloque de paises, lo que me hace pensar que no es ningún tonto. ¿Será que romper relaciones es un modo para llamar a los reflectores internacionales y que con tanta observación los colombianos no puedan dar patadas debajo de la mesa (como precisamente construir un campamento rebelde ficticio del lado venezolano y atacarlo)? Quien sabe, también podría ser que ahora mismo HCF estuviera usando la estrategia MAD, que viene de Mutually Assured Destruction, que si bien en este caso no destruiría a ningún país porque ninguno de los dos posee armas nucleares, sí los arruinaría por completo y sus respectivos pueblos sufrirían enormemente. Desde mi punto de vista, a menos que Venezuela tuviera suficiente artillería antiaérea, y de la última tecnología de punta para derribar a los aviones gringos, no debería poner sobre la mesa la posibilidad de un conflicto armado. Excepto si de lo que se trata es de jugarle al loco, intrépido, estúpido, que se aventaría a las patadas al mismo tiempo con un contrincante de su tamaño, y con otro del triple o cuádruple (si no es que más).

Sea como sea, espero que la cosa ahí se quede, Venezuela le demuestre a Colombia que no hay guerrilleros en su territorio (al menos no con su consentimiento), o viceversa, y que tomen medidas para corregir la situación, y restablezcan relaciones. Ojalá, pero si no mi corazón apoya a la "república" bolivariana.

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