Dormir menos y próximo cumpleaño

Loana cada vez duerme menos, antes la acostaba yo para su siesta vespertina y se echaba un par de horas al menos, pero ahora ya no se duerme más de una hora, con lo que si yo estando cansado aprovechaba para dormir con ella, ahora lo hago menos. Mi cría está cada vez más despierta no sólo en cuanto al número de horas de sueño diurno, sino también en cuanto a sus reflejos y comprensión de muchas cosas. Va a llegar al año sin saber gatear, pero sabiendo abrir algunos recipientes, sabiendo ver un video en el i-phone de mi musa (ojalá aprendiera pronto a buscarlos y ponérlos solita), sabiendo abrir las puertas de los muebles y los cajones cuando va en su andadera, entendiendo ya que debe dejarse cortar las uñitas de las manos y los pies, etc.

En poco más de un mes Loana cumplirá su primer año, un año que se nos fue volando, en el que ella pasó de ser una criatura pequeñisima y sin ninguna movilidad, a una fierecilla cuya fuerza es cada vez mayor, con un carácter y una personalidad cada vez mejor definidos. Mi musa tiene intenciones de tirar la casa por la ventana para su cumpleaño, le va a mandar a hacer un pastel de sus personajes preferidos de baby tv, ya está elaborando invitaciones y toda la cosa, va a mandar a hacer tamales, etc; total que tendré que concretar varios proyectos para cubrir los gastos de la pachanga, pero qué bicentenario ni qué mis tompiatesn, el primer año de nuestra princesita es lo que cuenta, ylodemáseslodemenosn.

En fin, cuidar de Loana y mantener el ritmo del trabajo y hacer proyectos freelance y escribir durante este primer año que está por terminar ha sido duro (ya hasta canas tengo) y seguirá siendo pesado al menos por los próximos 20 años, pero cada vez me sale más fácil (a ver si digo lo mismo cuando esté llegando a los 55). De modo que el próximo año ahora sí intentaré retomar la carrera universitaria que quedó truncada.