¿Monedas de a cinco de a doscientos?

Me contaron que las monedas de a cinco pesos del bicentenario estaban siendo compradas a doscientos pesos, yo lo dudo porque si no, los tenderos y empleados de las cajas de los supermercados, que son los primeros en enterarse de tales cosas, no las estarían dando de cambio con su valor nominal. Pero si así fuera, como mi amada y yo hemos hecho muchas contribuciones a la colección de mi suegra de monedas bicentenario, si en una de esas llegara a venderlas seguramente le reclamaríamos una invitación a comer. Aunque lo haríamos de guasa porque la generosidad de la señora ya pagó con creces lo que sea que le hayamos aportado con nuestras moneditas.

Anécdota loanina: Ayer por la tarde, después de que comiéramos un delicioso caldo de mole de olla de la mamá de mi amada, Loana recorría la cocina en su andadera, y mi suegro le convidaba trocitos de galleta. La dinámica era que el papá de mi compañera llamaba a nuestra pequeña, ella se acercaba a él con la boquita abierta como pajarita, y él le ponía en la boca el pedacito de galleta. Así estuvieron hasta que el señor decidió jugarle una broma a la bebé, le acercó la mano, ella abrió la boquita, pero oh, sorpresa, no había ninguna galleta, sólo le gesto. Loana primero se sorprendió, pero luego se dio cuenta de la treta, hizo un puchero y empezó a llorar con un sentimiento y unos lagrimones que tuvimos que sacarla de su andadera y cargarla y apapacharla para que se tranquilizara. En lo que la tranquilizamos volteaba a ver a su abuelo con rencor por la mala jugada, todo lo cual nos causó mucha gracia y ternura.