Madrugada de churros gringos

Ver películas en la madrugada puede ser opción de viernes a sábado para recuperar todo el cine no visto en este último año loanino. La última vez que fui al cine con mi musa es ya tan remota que ni la recuerdo. Las últimas dos películas que vimos juntos fueron: Whatever Works, del Woody, que nos trajo el absorto que nunca la vimos anunciada en cines acá en México (en españa salió titulada Si la cosa funciona); y Religulous, con Bill Maher, para que mi amada evaluara los subtítulos que traduje (y que todavía debo subir a la www). De hecho, desde hacía rato ya casi no íbamos al cine porque la mayoría de las películas son gringas, y la mayoría de las películas gringas son unas jaladas con puros efectos y malas historias (en resumen, pura basura).

Así pues esta madrugada vi las dos de Iron Man, con Robert Downey Jr. y me dio mucho gusto haberlas visto piratas, prestadas, y no haberme gastado un ojo de la cara que cuesta un boleto de cine cuando salieron. I mean, los heroes de las pelis gringas ya son insoportablemente hábiles e inteligentes (En Iron Man es nada menos que el mayor ingeniero de la época). Puede que sean unos ególatras o unos cretinos emocionalmente, pero tienen tantos ases bajo la manga que al final demuestran su poderío y se quedan con la sumisa y amorosa chica. Los filmes gringos desde hace rato dejaron de ser aspiracionales, al menos para aquellos que no son unos adolescentes con la cabeza en las nubes.

Uno de los tantos sobrinos que adquirí cuando me casé me prestó las movies, además me prestó otra con el mismo protagonista, la de Sherlock Holmes, que esperará un poco a que la vea, porque para mí ya fue suficiente cine gringo para esta semana. Vi los cortos, y estará llena de acción, pero ¿estará bien contada?