16 de septiembre de 2010

Fiesta bicentenario

La noche del 15 al 16 fuimos a dar el grito en una ex-hacienda en el estado de México, la fiesta fue organizada por el mayor de mis cuñados y estuvo muy padre, imagino que es como organizar una boda o unos quince años, pero con el grado de dificultad de que los invitados deben pagar sus boletos, y en época de crisis ps la neta está cañón. De cualquier modo el lugar estuvo lleno, hubo comida abundantísima para todos, servicio de meseros (el descorche si uno llevaba su chupe, era gratis), pozole, elotes, quesadillas, pambazos, flautas, zopes, etc. Al principio: los mariachis cantaron, luego hubo unas palabras, de bienvenida, de los anfitriones, con buenas intenciones, nacieron los elogios, para nuestra patria, repletos de amorrrrr... (trompetas).

En fin, sí, estamos mucho mejor que hace 200 años, en ese entonces no había celulares, ni internet, ni sufragio universal, ni los avances médicos o tecnológicos que hay hoy en día. No había coches ni metro, ni calles ni grabaciones de música, ni muchas de las cosas que hacen que vivir en esta época sea por lo menos entretenido, y en algunos casos hasta entusiasmante; pero tampoco había calentamiento global, ni tantas especies en peligro de extinción, ni derrames petroleros que amenazan con acabar con ecosistemas enteros, ni guerra contra la "delincuencia organizada", ni derivados financieros, ni destrucción de la capa de ozono, ni tala exhaustiva de árboles. De modo que sí, puede ser, como país estamos mejor, pero porque sería el colmo que no fuera así (lo interesante sería comparar los avances en 200 años, pero con otros países que estaban en las mismas condiciones que México en 1810). Por otro lado, a nivel planeta, no estamos mejor que hace 200 años.

Por supuesto, decir que "estamos", como si hubiéramos vivido esos 200 años para poder juzgar, es un uso metafórico del término.

1 comentario:

óscar dijo...

Creo es un empleo válido del término. Yo creo que sí podemos decir que "estamos" tal o cual, como especie. Somos miembros, de la especie, ¿no? Eso nos da derecho, cómo chingaos no. Y sí estamos mejor. Lo que pasa es que la evolución es lenta y tortuosa. Ya tendrán ocasión en mil años de reirse de nuestras condiciones primitivas, de nuestros atavismos y nuestras pendejadas. Quizá digan, como digo yo ahora, que estamos en el medioevo. El medioevo se termina cuando ya no haya ejércitos y cárceles.