29 de junio de 2011

Canto, comida y cocina

Gracias a Loana, o para cantarlas con ella y que practique su vocalización, me he aprendido completitas: Che araña, Pin Pon, Los pollitos dicen, Volevo un gatto nero, y 44 gatti. El repertorio por supuesto va creciendo, ahora nos sentamos frente a la computadora y en youtube le gusta ver también: Tengo una vaca lechera, El baile de las vacas, La vaca Lola, En la granja de mi tío, Pecos Bill, Osito Gominola, Ganas de aplaudir, Juguemos en el bosque, Elena la ballena, y algunas otras más. Las que ya me sé de memoria, se las canto cuando estamos juntos y nos alternamos, por ejemplo yo canto: "Los pollitos dicen"; y ella responde: "pio pio pio"; yo sigo: "cuando tienen"; y ella completa: "hambre"; yo:"cuando tienen"; y ella: "frío". En realidad dice "peo peo peo, aaabe, iiiio", pero la onda es que ya sabe lo que sigue, imita los sonidos, y entra en el momento que debe. Supongo que terminaré por aprenderme el repertorio completo, y que poco a poco ella irá mejorando su pronunciación hasta que cantemos lo mismo juntos.

En otro tema, Loana ya come de todo, un día regresando de la guardería su mamá se la sentó en las piernas y Loana hizo señas hacia los frijoles en caldo que mi amada estaba comiendo, nosotros sabíamos que los frijoles no eran su hit, los había probado un par de veces sin que su reacción fuese favorable, pero en esa ocasión los probó, y pidió más, y más, y se comió el plato casi ella sola. Otro día en casa de mis papás, le entró a la coliflor con singular entusiasmo, y luego, pidió una manzana y se comió más de la mitad. La coliflor y la manzana también fueron sorpresas porque nunca había probado la primera, y para que pruebe y coma algo nuevo, y más con textura blanda, hay que hacer circo maroma y teatro, y es casi seguro que lo rechazará (o bueno, era casi seguro), y con la manzana, yo compraba fruta todos los domingos y ella no había querido comer nada de eso, su menú se había limitado a sopa de pasta, arroz y quesadillas. Creo que la idea es ponerle enfrente la comida como por error, y dejar que ella la pruebe.

También se ha dado, quizá que porque en la guardería le dan "clases de cocina", que cuando ya no quiere comer se pone a jugar con la comida de un modo extraño. Es decir, pide una taza y empieza a echar la comida ahí, luego toma su vaso entrenador y le echa agua a su mezcla, luego mete la cuchara o el tenedor y se pone a revolverle. En algún punto ve el contenido de su taza y dependiendo de la textura (supongo) le echa más agua o más comida...

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