1 de junio de 2011

Una guia para los sin Dios: C3-Muerte (5 de 14)

Muerte y propósito

En el capítulo anterior, vimos las razones para abandonar por completo el marco conceptual de los propósitos. Ese marco es una proyección de nuestra propia psicología hacia el universo. Esa forma de pensar nos lleva por mal camino, también, en nuestras reflexiones sobre la muerte. La muerte parece despojar a la vida de sentido si seguimos viendo a los propósitos como fuentes de sentido.

Asumamos, por el bien de la discusión, que la fuente del sentido de una actividad es siempre su propósito. Su propósito es alguna meta que la actividad logra. Generalmente la meta de una actividad sucede como resultado de la actividad y por lo mismo ocurre, en el tiempo, después de la misma. Entonces una actividad es significativa sólo si cumple con una meta futura.

Aún así, no cualquier meta puede hacer que la actividad sea significativa. Por ejemplo, alguien cuya meta fuera contar todos los granos de arena en una playa podría tener un propósito que durara toda su vida, pero no es un propósito significativo. La ruta al sentido que promovemos se detiene aquí. Evalúa las metas independientemente de sus propósitos futuros. Hace la pregunta: "¿Acaso cumplir con esta meta de verdad importa?" No hemos visto aún cómo responder a esta pregunta, pero nosotros al menos sabemos que la respuesta no implica buscar propósitos ulteriores.

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