Filmes animados contemporaneos

Hace poco, en el último mes, vi tres películas animadas que probablemente en mis años adolescentes hubiera ido a ver al cine. Hoy en día no puedo, tanto que hacer y tan poco tiempo, en un día normal tengo que atender a: Loana, el trabajo, Loana, mi musa, Loana, el blog, Loana. Ya al final del día, en la madrugada, puedo ver una peli (claro, y como de todos modos tengo que estar al pendiente de mi amada y de mi amada beba, incluso si hubiera cine de madrugada en México, no podría ir). Vi Rango, Toy Story 3, y Gnomeo and Juliet.

Toy Story 3 me fascinó. Escuchaba el otro día en la radio a algunas personas que argumentaban sobre cuales de las películas de Pixar eran mejores y en cuales se habían quedado dormidos o no las habían tolerado. Wall-e y Nemo quedaron mal ranqueadas entre esos locutores y sus invitados, pero a mí no ha habido una sola película de Pixar que me haya parecido mala: todas me han entretenido, divertido, asombrado, conmovido, y hecho sonreir y hasta carcajearme. La de Toy Story 3 narra las aventuras de los juguetes de Andy cuando este está a punto de irse a la universidad. Sobre cómo por error su mamá lleva a donar a sus juguetes a una guardería, y ahí, para escapar se enfrentan con un grupo de juguetes mafiosos y crueles que se han apoderado del lugar, a final de cuentas los juguetes logran huir y volver con Andy, quien finalmente los dona a una niña que juega divinamente con ellos.

Rango, tiene la voz de Johnny Deep, y es un camaleón mascota que por un accidente automovilístico se separa de sus dueños y llega a un pueblo en el desierto. Ahí vive una serie de aventuras relacionadas con la extrema escasez de agua, descubre que quien está detrás de la escasez es el alcalde del pueblo, logra hacer volver el agua y derrotar al tirano. Es entretenida, un western animado que no me pareció para nada dirigido a niños... Es decir, todavía las películas de Pixar tienen todos los niveles para todas las edades, desde el niño de 3 o 4 años, hasta un adulto maleado y alburero. Pero Rango se pasa por el arco del triunfo por completo a los niños, su target va de adolescentes a adultos.

Gnomeo and Juliet es mala, es un remake de la obra clásica de Shakespeare pero en la cual los enamorados al final se besan y vivieron felices para siempre... Los personajes son gnomos de cerámica de dos jardines; cuando aparece alguna persona se inmovilizan, al estilo Toy Story, pero en cuanto los humanos se dan la vuelta los gnomos se ponen a hacer fiesta, y a llevar a cabo actos hostiles en contra de sus enemigos vecinos en una escalada de violencia que amenaza con destruirlo todo y a todos.