Hace no mucho, en mi proceso de actualización cinematográfica, vi dos películas con el tema de cambio de identidad: The Tourist, con Johnny Depp y Angelina Jolie, y la de Unknown, con Liam Neeson.
La primera es lenta, chafa y predecible (aunque en algunos puntos inexplicable), se trata un tipo que le robó 2000 millones de dólares a la mafia rusa, y por ello le debe 700 millones ¿al fisco?, por lo que también lo anda buscando la policía. La única pista que tienen los polizontes es Angelina Jolie, novia enamorada de nuestro ladrón de mafiosos. Curiosamente ni la mafia ni la policía buscó nunca entre los registros de los cirujanos plásticos gringos una reconstrucción facial total y la implantación de un chip modificador del tono de voz. El tipo se desvaneció y nadie logró nunca rastrearlo. La cosa es que el ladrón finalmente contacta otra vez a Angelina y le da instrucciones: ir a venecia y encontrarse a un "individuo parecido" a él en el camino para que todos crean que dicho individuo es el misterioso novio de Angelina, y lo persigan a él en lo que el verdadero novio se escapa con ella. Sin embargo, Angelina se sienta con Johnny Depp, un supuesto maestro de escuela norteamericano, ingenuo, que cae redondito en la trampa y que a cada paso se escapa por un pelo ya sea de la policía como de la mafia, gracias a la ayuda de Angelina, la cual en el proceso se va enamorando (inexplicablemente) de él. Al final, resulta que Johnny Depp es de verdad su novio y el ladrón, y logra, en una sola movida que maten a los mafiosos, pagar sus impuestos, y quedarse con la chica y el resto del dinero.
La de Unknown por su parte, mucho mejor lograda, es de un supuesto doctor en biogenética, Liam Neeson, que va junto con su hermosa esposa a un congreso en Berlín, pero olvida su portafolios con sus documentos en el aeropuerto. Al llegar al hotel se da cuenta y toma un taxi para regresar a buscar sus cosas. Sin embargo, en el camino hay un accidente, se pega en la cabeza y acaba en coma, sin identificación, en un hospital. Al despertar recuerda muy poco, y en un momento dado, viendo en la tele la noticia del cogreso al que iba, recuerda "quién era" y va al hotel a buscar a su esposa que debía estar preocupadísima tras cuatro días de ausencia, pero para su sorpresa otro individuo dice ser él, y su esposa lo desconoce y actúa como si fuera de verdad esposa del otro... Liam Neeson empieza entonces a investigar, busca a la taxista que lo llevaba cuando se accidentó, contrata a un ex-agente de la STASI como investigador privado, y empieza a ser perseguido por unos asesinos, lo que hace que vaya quedando un reguero de cadáveres por donde pasa. Al final, resulta que en realidad era un asesino que había planeado un atentado terrorista para matar al organizador del congreso y robarle la información de su última investigación científica, pero en el accidente había perdido la memoria y sólo había conservado recuerdos del personaje que tenía que interpretar para acercarse a su víctima... Al final final, aún cuando descubre quién era decide intervenir para salvar al organizador del congreso, y al final final final, después de que otro golpe en la cabeza le hace recordarlo todo, sigue intentando ser bueno, al menos con la taxista, mujer guapísima, y única sobreviviente entre todos los conocidos de Liam Neeson.
Es divertido ver como los cinastas gringos exploran el tema, ese de no soy pero si soy que tal vez sea usado para prepararlos psicológicamente para su despertar, en el que sus dirigentes, incluso los más carismáticos y joviales, no parecían pero sí son una bola de truhanes. O tal vez sólo es un tema que les gusta.
15 de junio de 2011
No soy pero sí soy
Etiquetas: reflexiones - Publicó persona.vitrea a las 09:00
No hay comentarios.:
Publicar un comentario