En la chamba instauraron el premio MV. Somos un grupo de cinco desarrolladores y un diseñador. Así que nos dividieron en tres equipos de dos, nos asignaron trabajo como para dos semanas con tan sólo una semana para entregar, y nos ofrecieron jugosísimas recompensas: un flamante reloj para el primer lugar, una tarjeta starbucks con 500 pesos para el segundo, y otra tarjeta con 200 para el tercer lugar. Con un estímulo tan atractivo seguramente nos quedaremos todos hasta las diez de la noche terminando nuestras tareas pendientes; supongo que fue lo que pensaron.
Yo le veo dos problemas a la competencia: 1. que los premios en realidad no son tan interesantes, pues seguramente nuestra dirección podría negociar con la dirección general para obtener un poquito más de presupuesto asignable en bonos de cash. 2. Que precisamente como se trata de una competencia, es decir un enfrentamiento, unos pueden sabotear ligeramente el resultado de los otros, con un detrimento en el rendimiento general.
Yo hubiera organizado un modelo de cooperación en el que si todos entregan su trabajo a tiempo, a todos se les da un monto x en efectivo. De ese modo los que terminen más rápido con sus cosas ayudarán y/o presionarán a los que se retrasen, con tal de ganar al final el dinero prometido. En mi caso el miércoles se enfermó Loana y mi amada y yo creímos que era varicela, y de algún modo perdí mi día y me atrasé demasiado. De modo que entregaré una parte de lo que tenía asignado, y probablemente mi equipo llegue en tercer lugar, si no es que queda descalificado.
1 comentario:
Está culerísimo su "concurso". La táctica es Divide y Vencerás. No deberían tolerarlo.
Para máxima ignominia el primer premio es un reloj, o sea, una máquina para controlar el tiempo. El discurso es: entrega todo a tiempo. Y los siguientes premios son falso dinero para comprar café que -es sabido- aumenta la productividad. El discurso es: produce más.
Deberían organizarse de modo tal que no haya ganador ni perdedor. No sería dificil.
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