Que un día moriremos es una verdad básica y fundamental que siempre es relevante en nuestra búsqueda de lo que de verdad importa. Irving Yalom escribe, en su texto Psicoterapia Existencial:
Una confrontación con la muerte personal de cada cual ... tiene el poder de proveer un cambio masivo en el modo que uno vive en el mundo. "Aún cuando lo cualidad física de la muerte destuya a un individuo, la idea de la muerte puede salvarlo". La muerte actua como un catalizador que puede moverlo a uno desde un estado del ser hacia otro superior: de un estado que se pregunta acerca de cómo son las cosas a un estado de asombrarse de que sean. La conciencia de la muerte lo desplaza a uno lejos de preocupaciones triviales y provee a la vida de profundidad e intensidad y una perspectiva completamente diferente. (Yalom 1980:159-160)
La concienca de la muerte nos ayuda a ver claramente y a evaluar correctamente lo que es importante, y lo que vale la pena, lo valioso. Debemos estar atentos a nuestras muertes para ver lo que es de verdad significativo en la vida.
Por el bien de cada uno de nosotros, espero que nuestras muertes, cuando lleguen, sean una pérdida para nosotros y para el mundo. Es absolutamente apropiado que nos sintamos ansiosos y tristes ante la perspectiva de esta pérdida. Deberíamos todos sentir pesar de que vayamos a morir, pero sólo podemos vivir bien y enfrentar nuestras muertes valientemente. Recordemos, sin embargo, que la muerte no destruye el sentido de nuestras vidas, y la conciencia de la muerte incluso nos ayudará a encontrarlo. Démosle a la muerte su parte, y nada más.
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