Bailo Tregua y Catala con mi nuevo libro

Hoy recibí un libro, uno del que leí en algunas copias uno que otro capítulo suelto, uno que ambicionaba desde hacía tiempo pero que veía muy lejano porque habría tenido que pedirlo a Amazon o a alguna otra librería online, pues es en inglés y no es muy común que digamos. Sin embargo tengo la creencia de que para pedir libros desdel "otro lado", dado el altísimo precio del flete, tendría que solicitar mucho más que un solo libro, y así aprovechar el viaje. Ahora bien, le traigo muchísimas ganas a muchos libros de Dawkins, Dennet, Harris y Hitchens, entre otros autores, por lo que no es que me falten títulos que pedir, ahora mismo podría pensar en una lista de al menos 15 libros que pediría (Entre los cuales no se encuentra La silla del Águila, de Krauze, creo :-P); el punto no es la falta de cosas que pedir, sino la falta de dinero para comprar. Y por eso mismo, el que mi amiga de la infancia Mariana Grajales, que vive en los iunaited me trajera Le Ton beau de Marot, me dejó requetecontento y agradecido. Claro, me hubiera gustado verla y darle tres abrazos (por su reciente boda, por el año nuevo, y en agradecimiento), pero no fue posible, me hizo llegar el Mamotreto de Hofstadter con un amigo en común.

Me cae super bien el Hofstadter, se nota que se divierte al escribir, que de algún modo asume un rol de narrador o cuentacuentos medieval, y entonces lo que pone en negro sobre blanco tiene una musicalidad muy melodiosa así como muy poco común. Al leerlo resuena en la mente de un modo muy juguetón y agradable y poético. Claro, ya cuando uno intenta leerlo en voz alta surgen algunos problemas de dicción derivados de lo raro de los términos usados, de la falta de experiencia vocalizando en inglés combinado con algunos términos franceses, y de muchas otras limitaciones de un servidor (qué pinche expresión esa de "un servidor"). Yo estaría dispuesto a pagar (en un futuro, of course, ya dije más arriba que ahora no hay lana) por la grabación de una lectura autorizada por Hofstadter mismo de algunos pasajes, tal vez los más juguetones, de Le Ton beau. Mi más profundo agradecimiento Mariana, y ojalá ahora sí nos veamos la próxima vez que vengas al Defectuoso.