Falsificar la experiencia espiritual: Algunos gurús predican un estado espiritual de alegría sin fin como un sendero al sentido. Sin embargo, crear estados mentales similares usando tecnología moderna también puede ser posible. Científicos han inventado un dispositivo llamado "estimulador magnético transcraneal" que, aplicado al cuero cabelludo, usa campos magnéticos fluctuantes para causar estimulación eléctrica en el cerebro inmediatamente debajo de ellos. Aplicado sobre la corteza motora, ocasiona que los músculos se contraigan. Aplicado sobre el lóbulo temporal, ocasiona experiencias de apariencia espiritual similares a aquellas tenidas algunas veces por epilécticos del lóbulo temporal. (Ramachandran 1998:174-175; Buckman 2000:113-146) La experiencia puede ser la de estar en presencia de lo divino, del significado cósmico de todo, y de absoluta certeza de la validez de dicha experiencia. ¿Podría esta otra máquina ser la respuesta de nuestra búsqueda de sentido? Si no, debe ser porque el sentido es más que sólo la experiencia de dicha y alegría. Tal vez lo que es importante es el objeto de nuestra experiencia espiritual y no sólo la sensación de la experiencia. La tecnología puede ser un camino a una conciencia dichosa y a la ausencia del sufrimiento, sin embargo es el camino errado hacia el sentido.
¿Qué está mal en los casos anteriores? Simplemente es falso que sólo las experiencias placenteras son significativas o que sólo evitar el dolor importa. Todas las soluciones tecnológicas arriba citadas al acertijo del sentido de la vida presuponen una imagen empobrecida de la naturaleza humana. Ven la naturaleza humana como nada más que un mundo puramente mental de sensaciones y sentimientos. Tales sensaciones no son sensaciones sobre nada, o sentimientos respecto a nada. Son solamente experiencias puras. Si la vida humana consistiera solamente de experiencias concientes, entonces sólo las experiencias concientes importarían en la vida humana.
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