26 de enero de 2012

Más 'Rush' de ateismo

Últimamente mi amada y yo nos hemos estado leyendo el de El espejismo de Dios, y hasta donde vamos tiene una estructura que me parece hermosa y perfecta. En primer lugar la introducción, que como en otro post decía empieza con una anécdota de su esposa que nos conduce a la frase: "pero yo no sabía que se podía", y Dawkins la usa para afirmar que no sólo se puede, sino que es una opción valiente y digna de admiración la de ser ateo.

En el capítulo uno, empieza definiendo sus términos, y plantea tres definiciones generales para el término Dios.

El primero es el que usan muchos filósofos y científicos, que es una metáfora para "aquello asombroso y grandioso del cosmos que hemos llegado a conocer, y aquello vertiginoso de lo que aún ignoramos la mayor parte", ese es el Dios Panteísta, y equipara a Dios con la naturaleza y el cosmos.

El segundo es el Dios Deísta, uno como el de Voltaire y Diderot, y los Founding Fathers de los E.U., que no interviene, no es un Dios personal, no se pasea invisible entre nosotros ni nos vigila, pero sí se trata de una inteligencia superior que diseñó y echó a andar todo en el principio de los tiempos. Es un Demiurgo, al que su creación se le fue de las manos (y por lo tanto no se le puede culpar de las desgracias que vivimos), que, por decirlo de algún modo, desató el big-bang intencionalmente.

El tercero es el Dios Teísta, uno metiche que está ahí vigilando como vivimos nuestras vidas, que se enoja cuando no lo adoras incondicionalmente y que castiga eternamente. El tercero es una de las ideas más ridículas de la humanidad, pero que, tristemente es en el que creen la mayoría de los cristianos y musulmanes, y gran parte de los judíos.

Ahora bien, Richard Dawkins no está en contra de la primera acepción del término Dios, es un uso metafórico, un uso poético, uno que permite su utilización para denotar asombro. Sin embargo, se opone a las siguientes dos acepciones, por falaces y carentes de cualquier sustento ya no digamos en cuanto a evidencia, sino incluso lógico. Dawkins lleva la cosa un poco más lejos, y opina que los científicos y filósofos no deberían usar el término Dios, ni siquiera de modo Panteísta, porque eso se presta a confusión y a que los oportunistas líderes religiosos de los que sí creen en las otras dos acepciones van a intentar torcer ese sentido metafórico para poner a grandes pensadores de su lado, aunque si uno lee a fondo a dichos pensadores se descubra que no están para nada deacuerdo con las acepciones deista y/o teista.

Yo lo llevo un poco más allá: Creo que si una persona que no cree en Dios se pone a usar el término Dios, es porque a) o no cree en sus propias capacidades para comunicarle a otros su asombro con otras palabras más adecuadas, o b) quiere trasmitirle un mensaje a aquellos que cree inferiores y estúpidos, incapaces de mayores abstracciones, y por lo tanto "se rebaja" a hablar como ellos. Cualquiera de los dos casos es deplorable, en el primer caso porque si no creo en mí mismo, mejor me preparo más y cuando esté listo me expreso, y en el segundo caso porque tratar a quienes te diriges como a unos idiotas habla de un ego descomunal, ¿tú quien eres para juzgar las capacidades de abstracción de los demás?

Comparto a continuación un video que compartió a su vez en facebook The thinking atheist, está muy bueno.

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