La repentina operación de Rodrigo nos dejó pensando (a D y a mí): a) no tenemos seguro social, ni sabemos cómo se usa, b) no tenemos para un seguro de gastos médicos mayores (privado) por si acaso, c) no recordamos nuestro historial médico ni llevamos registro al respecto, d) no sabemos de las afecciones que pudieran habernos trasmitido genéticamente nuestros procreadores, e) nuestro estilo de vida no es el más sano (tabaco, comida chatarra, sedentarismo, etc), f) no nos hemos hecho una revisión completa de salud en al menos 2 años. Conclusión: estamos en riesgo inminente y no hemos tomado medidas correctivas.
Mientras llevamos a cabo las acciones que cambien dicha situación, hemos guajireado respecto a un sistema médico web interactivo dedicado a registrar: el historial clínico individual y familiar, las recetas pasadas y en curso, las reacciones alérgicas, y las distintas revisiones médicas periódicas. Servicio que sería utilísimo al ingresar a cualquier centro de salud, para que los médicos encargados de la recepción, diagnóstico, intervención y recuperación, no cometieran errores fatales por falta de detalles del paciente.
El problema conciste en que todos los médicos y centros de salud registren y consulten en dicho sistema, es decir, en que hubiera muchísima difusión-aceptación del proyecto, lo que incrementaría su utilidad exponencialmente. Otro problema es la privacidad de los datos, pero según mi estimación personal los beneficios de sistematizar esa información superan con creces las posibilidades de robo o mal manejo.
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