Llevo el 30% del Ulysses de Joyce. Es un libro que según he leído es considerado un parteaguas literario brillante por Borges, Cortazar y Eco, de entre mis favoritos. Logro ver en él el origen de Rayuela, por ejemplo, así como de varios de los textos de Jacopo Belbo guardados en Abulafia en El péndulo de Foucault. El libro, que le tomó siete años a J.J. (1914-1921, donde desarrolla una idea que había tenido en 1906) fue prohibido en los EU por contener "obscenidades", entre muchos contratiempos de publicación y fue impreso clandestinamente por mucho tiempo.
Este es otro de esos libros que para variar, tendré que leer unas cuantas veces para de verdad agarrarle la onda. Ahora mismo, además del porcentaje, no podría decir con certeza "voy aquí" porque no hay por donde agarrarse. Lo que sí puedo decir es que he leído de una mañana específica, en Dublín, a través de un tal Stephen Dedalus (que tiene una teoría curiosa con respecto al paralelismo entre vida-privada y obra-literaria en Shakespeare), y de Leopold Bloom, un vendedor de anuncios de periódico, casado con una cantante. Varios personajes asistieron a un funeral a las once de la mañana, Stephen Dedalus llevó a dos editores una carta con respecto a un embargo inglés de carne, a irlanda, por fiebre aftosa, y luego expuso su teoría shakespeareana en la biblioteca ante un grupo de sabios. Hasta ahí voy.
Joyce fue uno de los primeros en usar el estilo de monólogo interior, en el que todo lo que pasa en el entorno es narrado y comentado internamente por una voz crítica, intercalando diálogos, ya sea escuchados y revisados por la subjetividad a la que acompañamos durante la lectura, ya sea de interacciones a las que nuestro "filtro" se ve obligado por la calle. Según esto, Joyce llevó al extremo ese modo de escribir. En 1999, una de las mayores editoriales gringas colocó al Ulysses en primer lugar de entre las 100 mejores novelas de habla inglesa del siglo XX. Leer para creer.
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