10 de diciembre de 2008

Cosas que sí y otras que no

Colombia, al menos en el sistema de tránsito no tiene corrupción como México, bien dicen que cuando algún mal persiste se debe buscar a quien se beneficia. Platicando con un taxista deste elevado país centroamericano (2600mts), me dijo que el gobierno separó del grueso de la policía a los de tránsito, a quienes les pagan muy bien, les dan una comisión por cada multa correctamente elaborada y justificada, y si a la larga se demuestra que su trabajo de cierto periodo fue hecho adecuadamente y sin abusos, les dan hasta una casa. Entonces, si alguien trata de corromperlos tiene que ser mínimo con el equivalente completo de la multa, y con riesgo de que se lo lleven a la cárcel por el intento (ya que además eso representaría también una comisión más para el oficial). Total que nada que ver con el modelo mexicano en que el poli de la calle pide mordida, pasa su cuota a su superior, que a su vez da su cuota a algún jefe, que a su vez etc...

Algo que no me gustó, sin embargo, es que nunca supe distinguir a policías de militares, todos los polis tienen trajes verde olivo. Si bien hay distinción entre tránsitos y otros tipos de polis, y seguramente entre cuerpos de policía y del ejército, y tal vez los habitantes locales sepan identificarlos perfectamente, a mí me pareció más bien como que hay una gran militarización de todo el servicio de seguridad pública. Eso se entiende por aquello de las Farc.

Otro taxista me comentó que hasta hacía unos dos o tres años, uno salía de Bogotá por la carretera y tras un par de horas de conducir se encontraba primero dos o tres retenes del ejército, y después de otro tramo, igual número de retenes de las Farc. Según esto la cosa ha ido cambiando desde que Uribe les quitó a los guerrilleros una "zona de despeje" que el anterior presidente les había cedido. Es muy curioso que un gobernante le hubiera dado un fragmento entero del país a la guerrilla que se dice enemiga del gobierno. El mismo taxista (de origen humilde, pues me dijo que venía del campo) me platicó que tres familiares suyos habían entrado a las Farc, uno ya murió, otro quedó inválido y fue desechado, y otro ahí seguía aunque contra su voluntad. Parece que para engancharlos les prometieron un sueldo jugoso, ayuda para sus familias y toda una serie de beneficios imposibles de conseguir desde su situación original. Les cumplieron los primeros tres meses y luego ya no, pero ya siendo parte de las Farc, si te sales es deserción y amerita ejecución. De ahí se sale con los pies por delante o desechado por inválido, no por voluntad propia. ¿Quién se beneficiará de todos esos desgraciados enganchados con engaños? El pueblo seguramente no. Aunque los que se benefician dellos, sólo se aprovechan del residuo de otros beneficiados, ya que si los campesinos no estuvieran tan jodidos no se sentirían tentados a participar.

Creo que cualquiera que se haga millonario gracias a las guerras o las desgracias debería estar en la cárcel. Y eso no necesariamente incluye a los fabricantes de armas, si estos proveen al ejército de material para defensa deben poder hacerse ricos, pero en cuanto su país entre en guerra con cualquier fuerza (interna o externa) debería haber una comisión-auditoría que obligara a los fabricantes de armas a vender al costo, si no es que a donar las armas... Yeah right, díganle eso a la mafia Bush.

Ya después otro taxista me platicó que todos los policías se visten de verde olivo, y que el ejército se viste de camuflaje, me mencionó otros colores y tonos, así que es cierto, los pobladores saben distinguirlos.

No hay comentarios.: