8 de diciembre de 2008

Parecon - La introducción (8 de 20)

En lugar de banqueros y burócratas para llevar a cabo las políticas de los presidentes y afectar así las vidas de los más sin ni siquiera una posibilidad de participación de aquellos en quienes se impacta, las nuevas instituciones serían transparentes, participativas, de base, con administración local, popular, y democrática. Promoverían y organizarían la cooperación internacional para contener a las corporaciones globales, al capital, y a los mercados que estuvieran fuera de control, regulándolos de manera que las personas desde sus comunidades locales pudieran controlar sus propias vidas. Promoverían un comercio que redujera la volatilidad financiera, que ampliara la democracia en todos los niveles, desde el local al global, que enriqueciera los derechos humanos para toda la gente, que potenciara el desarrollo ambientalmente sostenible a nivel mundial, y que permitiera el avance económico de los grupos más oprimidos y explotados.

Las nuevas instituciones alentarían a los paises mayormente industrializados a coordinar sus políticas económicas, tasas de cambio de divisas, y flujos de capital a corto plazo en beneficio del público y no de las ganancias privadas. Establecerían normas para regular a las instituciones financieras, cambiando la dirección del movimiento de recursos financieros de la búsqueda del lucro privado a un desarrollo productivo y sustentable. Establecerían gravámenes sobre transacciones de divisas para reducir los desetabilizantes flujos financieros de cruce de fronteras a corto plazo y para proveer fondos de inversiones a largo plazo orientados a desarrollos ambiental y socialmente sostenibles en paises y comunidades pobres. Crearían fondos públicos de inversiones internacionales para enfrentar las necesidades humanas y medio-ambientales y para asegurar una demanda global adecuada por medio de la orientación de los fondos hacia inversiones sustentables a largo plazo.

Las nuevas instituciones también trabajarían para lograr que los paises adinerados condonaran las deudas de los paises empobrecidos y crearan un mecanismo de insolvencia permanente para ajustar las obligaciones de las naciones altamente endeudadas. Utilizarían instituciones reguladoras para ayudar a establecer el control público sobre las corporaciones globales y para reducir la evasión corporativa a leyes locales, estatales y nacionales.

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