23 de diciembre de 2008

Un poco de cine al volver

El fin de semana de mi regreso de Colombia mi amada y yo fuimos a comprar algunas películas. Conseguimos Radio Days y Husbands and Wives (del Woody), La misión, Mediterráneo, y una más llamada Escenas de un centro comercial (Scenes from a mall; con tan sólo actuación del Woody en un papel definitivamente escrito para él).

La primera que vimos fue mi adquisición de La misión. Yo la recordaba más o menos conmovedora, con un mensaje pro-indígena moderadamente noble, pero mi musa se encargó de hacerla trizas deliciosamente. Sus terribles críticas y su exquisita falta de cooperación con el guión me fascinaron como de costumbre, me volví su cómplice y despedazamos ese filme minuciosamente, al final era pro-indígena siempre y cuando se sometieran a los jesuitas, fueran sensibles al clarinete del Padre Gabriel, y supieran cantar aves marías; y la barbarie fue destruirlos tras la conversión a tal estado de gracia, porque antes eran unos salvajes indignos de consideración.

Luego vimos la de Escenas de un centro comercial, sobre un matrimonio al parecer a prueba de tiempo tras 16 años casados. Ella acaba de sacar un libro sobre relaciones matrimoniales (es psicóloga acreditada en el ramo). Él (abogado) le confiesa un affair finalizado recientemente, y ahí empieza una pelea bastante cómica entre los dos, cuando se reconcilian ella le confiesa que tiene una relación extramarital con uno de los teóricos más citados de su libro. Nuevamente hay pleito y reconciliación, hasta que todo acaba bien entre ellos, tan enamorados como siempre.

Después, otro día, vimos la de Husbands and Wives que yo ya había visto mientras estaba en Colombia. Pero como la buena literatura, las buenas películas se pueden ver varias veces sin que se pierda el interés. Es una gran peli. Decía que el rol de la de Escenas en un centro comercial fue hecho para el Woody porque igual se tratan conflictos de pareja, mala comunicación, egoísmo, temas "ya tratados" a los que es de mal gusto volver, etc. Son algunos de sus temas favoritos, junto con el del asesinato dostoievskiano y los remordimientos. Total que mucho de qué hablar, D y yo conversamos casi de todo abiertamente, y aunque en la práctica cotidiana no siempre sale bien, mientras platicamos y teorizamos somos invencibles.

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