18 de diciembre de 2009

Crecimiento acelerado y baños en tina

Loana, enormísima parte de mi vida, ya está tremendamente grande: tiene unas piernotas gorditas gorditas y unos cachetotes divinos; con decir que a 10 días de cumplir dos meses ya estamos probándole los pañales etapa 3 porque los de la etapa 2 ya le quedan apretados (¿pesará ya más de 7.7 kilos?). Ya estamos intercalando una toma de fórumla y otra de chichi, porque al parecer se quedaba con hambre con la leche materna, y eso la hacía rechinar y rechinar. Tiene muchísima energía, y aun cuando según todas las fuentes iba a dormir al menos el 60% de su tiempo, Loana se la pasa despierta mucho más del 40% que la literatura al respecto profetizó.

Como todas las noches nos toma una hora y cuarto bañarla en su tinita, varios familiares nos sugirieron el baño en regadera. Según ellos así te olvidas de cubetas de agua, del posterior limpiado-secado de la tinita y demás salpicaduras. Nos dijeron que el baño en la tinita quita tanto tiempo y es tan engorroso que seguramente estábamos ansiosos de nuevas técnicas más prácticas. Y la verdad es que aunque disfrutamos mucho su bañito, hay días en que hemos estado tan cansados que sí nos gustaría otra opción, pero ya van dos baños en regadera con resultados un poco malos.

Su mamá y yo solíamos bañar a Loana en su tinita en nuestra habitación precalentada y no cambiarla de ambiente ni sacarla a los pasillos, y por lo general su actitud ha sido de disfrutar mucho todo el proceso desnudarla-bañarla-secarla-encremarla-vestirla. Con el baño en regadera hasta el tercer paso todo va bien: la primera vez la bañó mi musa y yo intenté secarla-encremarla-vestirla en el baño mismo, pero la humedad circundante la enfrió velozmente y la experiencia resultó en llanto desconsolado hasta mucho después de haberla vestido por completo; la segunda vez la bañé yo, mi amada la super envolvió en toallas y más toallas para que no fuera a enfriarse y se la llevó a la habitación, pero igual entre el secado y encremado se encrespó todita, y ya no hubo poder humano para tranquilizarla hasta después de un largo rato.

En fin, que el baño en tinita es superdivertido, estamos los tres juntos y yo la enjabono con su esponjita natural, su mami le echa aguita caliente, la enjuaga, los dos la secamos, y no cambiamos de ambiente al ir de recámara en recámara. Tal vez esperemos más para bañarla en regadera, tal vez ahora que ya no haga tanto frío en primavera...

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