14 de diciembre de 2009

Cultivadas dudas educativas

Recuerdo que Sócrates cuestionó varias veces a sus amigos ya sea porque iban a ir a educarse con un sofista o porque querían mandar a sus hijos a educarse con alguno. En una ocasión incluso cuestionó a Protágoras, un famoso sofista, quien se sintió ofendido por las "insolentes" preguntas de Sócrates en varias ocasiones. Los sofistas eran personajes que manejaban muy bien la retórica y podían hacer largos discursos respecto de un tema, exibiendo así un aparente gran conocimiento expresado por lo general con bastante elocuencia, pero la tarea del filósofo según ejemplifica Sócrates no es exponer sino cuestionar.

Recuerdo también que los cuestionamientos socráticos eran bastante buenos, que a los que querían educarse con algún sofista les preguntaba primero con respecto al fin dese arte, y ejemplificaba: un alfarero hace jarros, un médico cura a sus pacientes, etc, y del resultado de sus respectivos artes se puede decir si el artesano es bueno o malo en lo que hace, pero, ¿qué hace un sofista? Y sopas, después de un par de preguntas se hacían bolas todos, incluso Protágoras. Sócrates, por supuesto, tampoco sabía, pero no pretendía demostrar que sabía, le bastaba demostrarle a sus interlocutores que aquello que creían saber no estaba tan firme, y algunas veces nada firme.

A los que querían mandar a sus hijos a educarse con alguien también los cuestionaba. Les preguntaba a quién conocían que tuviera fama haber forjado a grandes hombres, y de hecho, no destacaban los grandes hombres por haber forjado a otros grandes hombres, esto es, los grandes hombres tambíen tenían hijos que luego les salían malos, cobardes y pusilánimes. Entonces, ¿de quién habían aprendido en primer lugar esos grandes hombres luego incapaces de trasmitir su grandeza?, y de ahí que Sócrates preguntara si la virtud se podía enseñar. Porque si no se podía, era ocioso estar mandando a los hijos con quienes pretendían enseñarla, mientras que si sí se podía pues había que buscar quién podía enseñarla dependiendo de sus resultados, y para encontrarlo y confirmarlo había que remitirse a sus discípulos, y ver qué tan virtuosos habían terminado siendo estos últimos.

En otras ocasión Sócrates le decía a sus interlocutores que hay cosas sobre las que se puede discutir mucho (¿polemizar?) y otras sobre las que no cabe prácticamente ninguna discusión; entre las últimas están por ejemplo las operaciones aritméticas: que 2 más 2 da cuatro como resultado es tan universalmente aceptado y tan fácil de demostrar que en realidad no cabe discusión al respecto. Pero en cosas como la política, el amor, Dios, etc, se puede discutir largo y tendido y nunca llegar a un consenso...

Todo este choro es porque yo sé de mis valores, sé de mis virtudes, y sé que no se las podré trasmitir a Loana a menos que ella quiera hacerlos(as) suyos(as). De ahí el dilema cuando pienso en cómo habría que educarla. Respecto de los conocimientos que no permiten mucha discusión como las matemáticas, la geometría o la música no tengo dudas, para esos cualquier teacher que la someta a una disciplina cotidiana servirá. Las dudas vienen en cuanto a la otra formación, sobre la que hay muchas posibilidades de discusión, su moral, su ética, su filosofía, ¿su religión?, etc.

1 comentario:

óscar dijo...

Mi papá se esperaba a que yo le hiciera las preguntas. Hay un par que me gusta recordar, como, Papá, qué es dios, Dios es para nosotros lo que la teoría de la relatividad es para un mosquito.

Mi papá solía quejarse mucho del pri. Decía que era unos ladronesbandidosrateros. En algún punto cobré conciencia que siempre ganaban las elecciones, a pesar de ser tan evidentemente malvados. Le pregunté a mi papá, Por qué si son una porquería la gente siempre vota por ellos, Porque la gente que vota por ellos no tiene memoria histórica.

Y así algunos otros detalles. Pero en muchas cosas, me hubiera gustado escuchar exposiciones nutridas sobre otros temas.

Yo creo que debes procurar enseñarle tus pensamientos. Cuando Grace me hacía preguntas se las contestaba considerando que le faltaba mucho lenguaje por gatear antes de caminar, correr, y volar. Pero aún así, le daba la exposición más apegada a lo que considero verdadero.

Por ejemplo, alguna vez en la escuela estaban poniendo un nacimiento, y le enseñaban que había nacido dios. Yo le expliqué que algunas personas creían que era dios, pero que no todos estaban de acuerdo en eso, y que ella tendría que tomar eventualmente la decisión. Y trataba de explicarle por qué. Y sé que no entendía muchas cosas, pero me ponía atención, creo que por lo menos entendía que era un tema importante, y con muchísimas consideraciones, y entendía también que su papá sí le sabía dos tres, cómo no.

También le contaba cuentos loquísimos con personajes que tenían diálogos filosóficos. Y bueno, por lo menos escuchaba cosas que no veía en la tele, y se quedaba dormida. Por lo menos se enteraba que había muchos modos de jugar no sólo con palabras, sino con conceptos, que son estructuras que armas con palabras. Y así sucesivamente.

Nice post.