7 de diciembre de 2009

Por qué el opensource no agarra la onda (6 de 12)

El New York Times publicó una artículo que estira el sentido de la expresión para referirse a las pruebas preliminares de usuarios: permitir a unos cuantos usuarios probar una versión temprana y que den retroalimentación confidencial; lo cual ha sido realizado durante décadas por los desarrolladores de software.

Los partidarios del «código abierto» intentan lidiar con esto refiriéndose a su definición oficial, pero ese enfoque correctivo es menos efectivo para ellos que para nosotros. La expresión «software libre» tiene dos significados naturales, uno de los cuales es el deseado, con el cual una persona que ha comprendido la idea de «libertad de expresión, y no barra libre» no se equivocará de nuevo. Sin embargo, el «código abierto» solamente tiene un significado natural, que es diferente del que sus partidarios pretenden. Así que no hay una manera breve de explicar y justificar su definición oficial. Eso causa una confusión peor.

Otro malentendido de «código abierto» es la idea de que quiere decir «no usamos la GPL de GNU». Esto suele acompañar a otro malentendido según el cual el «software libre» significa «software bajo la GPL de GNU». Ambos están igualmente equivocados, ya que la GPL de GNU es aceptada como una licencia de «código abierto» y la mayoría de las licencias de «código abierto» también califican como licencias de «software libre».

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