8 de diciembre de 2009

Libros para Loana, y para sus papás también

El viernes pasado mi amada, su hermana Pita, y yo, llevamos a Loana al Péndulo de Polanco a ver libros. ¿Con un mes y una semana de edad y a ver libros?, Pues sí, la queremos hacer una ávida lectora y para eso necesitamos irla familiarizando con esas antiguedades de papel y tinta, y sin nada digital, que son los buenos viejos libros. Bueno, los libros en sí no le interesan ni tantito a mi Loana. No estira las manitas hacia ellos, ni quiere tocarlos (ni mucho menos hojearlos), ni le importan sus autores o contenidos, pero por cómo voltea hacia el librero de la casa cuando la cargamos enfrente del, entendimos que le atraen los diversísimos colores de los lomos, y entonces, mientras mi musa y su hermana tomaban capuccino yo la paseaba al lado de los libreros y me sentía fascinado por su miradita que se fijaba con asombro ante tantos colores en todas las paredes.

Mientras la paseaba en la zona de filosofía le contaba que ahí estaban mis favoritos, que ojalá que a ella también le gustaran Platón y Aristóteles, Hobbes, Hegel, Nietzsche, Sartre, Foucault, Eco y Savater; y muchos otros que no he leído pero que conozco por fama y quiero estudiarlos con mucha pasión: Spinoza, Kant, Bergson, Santayana, Derrida, Russel... Y claro, mientras le decía en voz suave lo anterior, llevaba con los pies el ritmo de la melodía quel DJ de la cafebrería había puesto para musicalizar el ambiente. En realidad yo no sé bailar, pero para arrullar a Loana bailaba, y creo que fue buena idea, porque poco a poco fue cerrando sus preciosos ojotes grises y aflojándose y dejándome personificar al buen Morfeo para caer dormida entre mis brazos.

Claro que cuando intenté dejarla en su sillita para comerme mi sandwich y tomar mi capuccino, se despertó y su tía Pita tuvo que relevarme y volver a arrullarla casi desde el principio. Al salir de ahí mi amada compró el de La conquista de la felicidad de Bertrand Russel con prólogo de Savater, y estamos empezándolo y me emociona porque es uno de mi (afortunadamente aún larguísima) lista de filósofos por leer.

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