13 de diciembre de 2010

Decoración navideña, y su espíritu

Ya tenemos arbolito de navidad, adornos para todas las paredes, series de luces, toda clase de chunches para colgar en el choro-pino de alambre y plástico, de modo que pronto la casa estará llena de colores y de cascabeles y de lucecitas y de esferas y de estrellas y de..., lo cual demostrará ante nuestras abundantísimas visitas el desbordante espíritu navideño que nos embarga. Las navidad de hecho me tiene sin cuidado: hubo un tiempo en el que me emocionó mucho (por los regalos), luego hubo otro tiempo en el que yo era antinavideño (por el vacío consumismo y el despilfarro), y hoy en día me es totalmente indiferente. Excepto que, como dice mi musa: "vamos a adornarle la casa bonito a Loana para que difrute destas fiestas y le emocionen como cuando nosotros éramos niños."

Dije espíritu navideño, y lo busqué en la internet y no está muy claro qué es, de algún modo todo se remite al nacimiento del Chucho y la esperanza que eso significó para la humanidad. O bueno, en ese entonces no significó nada más allá de un parto, del milagro del nacimiento de otro bebé más y las emociones que eso conlleva para una madre, para un padre, y para los personajes cercanos a estos. Es desde el presente, y en retrospectiva, que vemos ese nacimiento como algo esperanzador, pues se trataba nada más y nada menos que del niño Dios... Claro que el Dios que pasa por las varias etapas de crecimiento humano incluida la muerte, es un Dios más cercano y menos Dios; y que ese niño Dios tuviera un padre omnipotente-omnipresente-omnisapiente pero necesitado de una virgen para hacerlo venir al mundo... en fin. ¿Y porqué esperanzador, pues porque obvio, no acabó con el mal, ni con el crimen, ni con la corrupción, ni con la violencia, ni con el machismo, ni con el pecado, pero eso sí, nos vino a traer la buena nueva, la de que el amooor, pero con condón por favooor, y todas esas cosas. ¿El 25 de diciembre?, pues sí, fiestas paganas previas se festejaban ya en esa fecha, imagino que Constantino, o alguno de los emperadores romanos que le precedieron o le siguieron ordenaro a la naciente iglesia católica que se acoplaran a las festividades preexistentes, y quizá fue con fines prácticos (como darle permiso de descansar a sus esclavos de las distintas fes sólo en ciertas fechas).

Así que ese "espíritu navideño" es una esperanza, de que después de la venida de Jesús (sin albur), prevalecerá la paz y la hermandad y la caridad y la buena voluntad entre los cristianos (los de otras religiones no han recibido la revelación ni la gracia de la fe, así que no cuentan), y es tan fundada dicha esperanza que cada año vuelve a darse entre todos los crédulos religiosos. O tal vez sea tan sólo la representación de la esperanza. No lo sé, en el fondo de mi alma, sigo siendo un "Grinch", pero me gustan las reuniones familiares y las cenas y los regalos..., así que no me opongo a festejar, aunque yo no crea pero ni tantito en el cuento de la prédica del nazareno crucificado.

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