4 de octubre de 2009

Horribles ideas carnívoras 6

Resumo del post anterior: 1. Una actitud religiosa se basa en establecer premisas bastante cuestionables y cristalizarlas en máximas en adelante incuestionables, sobre las que se razona con gran sutileza. 2. reflexionar es diferente de acatar o promover posturas, y donde no hay gradación o negociación posible, donde prevalece la oposición tajante y monocromática, encontramos al discurso ideológico.

Iré de lo ideológico a lo mundano, creo que existen tres tipos de sufrimiento: 1. unos son los sufrimientos "naturales" que vienen de la corporalidad, aceptados concientemente como el "precio de vivir"; 2. otros son los sufrimientos negociados con "conocimiento de causa": yo me someto a esta tortura a cambio de algo y con tal y tal grado de probabilidades de obtenerlo; mientras que 3. otros sufrimientos son totalmente arbitrarios e innecesarios, como los que les inflingimos a esos pobres animales y para colmo justo antes de matarlos (fuera para salvarlos de algún mal, como cuando se les aplican las vacunas, pase, pero ¿¡Para matarlos!?).

Se me argumentará que en primer lugar esta no es una cruzada contra el sufrimiento en sí, sino en contra de la crueldad que implica nuestro modus vivendi. En el fin mismo del sufrimiento reside también gran parte del vector que define si es crueldad, padecimiento, o amabilidad de nuestra parte, y yo no tengo nada que objetar a eso: el video de los pollitos es mera crueldad. Me pregunto si las personas que filmaron y denunciaron lo de los pollitos seguirán trabajando ahí tan eficientemente, y cuanta facilidad tenga esa planta para contratar a individuos capaces de soportar esa carga (tanto emocional como social, porque seguramente en la calle los señalarán con repulsa y serán excluidos por sus familiares y amigos).

Está también la agravante de que como esos animales no saben que fueron producidos para luego ser sacrificados, y como son ignorantes de su creación y condición (algunos dirán que: como son "inocentes"), el maltrato cotidiano, la sobre-medicación a lo largo de sus cortas vidas y la muerte (tras dolorosa agonía), les caen, de algún modo, "sorpresivamente" y sin que "sepan" bien nunca nada, lo que vuelve aún más cruel e "inhumano" al proceso de volverlos comida.

Y ante eso tampoco objeto nada, pobres bestias desprovistas de cualquier gloria y placer, puestas en fila sobre una banda transportadora que las llevará automáticamente del nacimiento al molino de carne y sin anestesia... Pues sí, los tiempos han cambiado, una granja (en los países industrializados) ya no es el ambiente amigable con un caballo, un quinteto de perros, un par de cabras, un puñado de vacas, algunos gallineros bien poblados, unas tierritas cultivables y una numerosa cuadrilla de familiares e hijos para mantenerlo todo funcionando y en buen estado, etc. Pero, ¿alguna vez fue de verdad así?

2 comentarios:

óscar dijo...

Veo que consideras que ha sido un gran éxito para tu blog seguir pregonando tu religión anti-vegetarianismo. Te has vuelto un fanático.

Mira cómo razonas con gran sutileza sobre tus inamovibles ideas religiosas sobre cómo:

a) los "animales" son inferiores a nosotros los humanos;
b) estamos en nuestro derecho de ser indiferentes a su sufrimiento, y si bien éste último no es del todo deseable;
c) el "mercado" (algo así como el diablo en tu religión) es el culpable del sufrimiento de los "animales"
d) el mundo es imperfecto, por lo tanto, buscar cambiarlo con un cambio de hábitos es un acto necio, aislado, y "romántico".

A ver si tú mismo me ayudas a destilar mejor los fundamentos de tu religión. Porque eso es, ¿verdad?

persona.vitrea dijo...

respuesta a a) No, los animales son miembros de otras especies. Entre las especies puede haber depredación, parasitismo o simbiosis, pero no suele darse la comunicación o la reciprocidad. Mi prioridad es para con mis pares, y eso aunque los animales fueran superiores a nosotros. Si los humanos estuviéramos a merced de las vacas, por decir algo, y estas nos estuvieran industrializando y maltratando, aunque fuéramos "inferiores" seguiría solidarizándome con los humanos. La superioridad nada tiene que ver en esto.

Respuesta a b) El derecho es prerrogativa humana, los animales no otorgan derechos u obligaciones a nadie, y sin duda se puede ser indiferente incluso sin permiso para ello, y hacia todo, hasta hacia nuestros vecinos o parientes, no sólo hacia los animales que sufren. Sin la posibilidad de indiferencia, ¿cómo evaluar tu preocupación?

Respuesta a c) El mercado es una obra humana, es una institución super propagada y publicitada, que tiene un funcionamiento que, entre otras cosas, premia la externalización y la vuelve super redituable. No es el diablo, es un modo de distribuir y de evaluar erradamente los bienes de consumo y ocultar sus verdaderos costos. Un modo de hacer las cosas, al cual podemos explotar (sacarle provecho) mientras lo combatimos y fundamos las instituciones que promuevan los valores que queremos. Si entre ellos está la aversión al maltrato perfecto, pero opino que no se debe obligar a nadie a nada, no se debe condenar más que aquello que destruya directamente a los demás miembros del grupo. Y por eso me preocupa el activismo que excluye a quienes no participan de ciertas creencias, aunque no hieran o lastiman de modo directo a los demás participantes. Y sí, hablo de un grupo delimitado, ingroup, no de todos los seres humanos. Pero de un grupo 300% voluntario, con el 300% de derecho a disentir.

Respuesta a d) El mundo es imperfecto pero imponer alguna idea lo hace aún más imperfecto. Las ideas debían de sugerirse y dejar que las personas las analicen, y tomen dellas libremente lo que les convenga. Un cambio de hábitos individual es positivo. La confrontación y decirle a los otros nazis porque no comparten tus ideas es negativo.

Finalmente, creo que tienes razón. Me emocioné un poco (¿me fanaticé?). No creo tener la verdad, y cometí un error, hice uno o varios juicios. Si te ofendí te ofrezco una disculpa, mi intención era comunicarte una preocupación y supongo que usé una vía incorrecta. Salú.