19 de mayo de 2010

Volver a visitar la facultad, pronto

La siguiente semana me gustaría ir a la UNAM saliendo del trabajo para comprar el material de lectura del segundo semestre de mi semi-abandonada carrera universitaria. En este momento ya casi termino de leer el material del primer semestre, ahora debería preparar los trabajos para que cuando en agosto me inscriba nuevamente, pueda entregarlos puntualmente. Mi intención es tener todo listo desde el semestre anterior, y así, cuando curse por tercera vez el primer semestre, pueda adelantar las lecturas y trabajos del segundo, de modo que cuando esté en el segundo adelante los deberes del tercero, y así sucesivamente.

Claro, algún profe podría alejarse de la ortodoxia y establecer trabajos y lecturas diferentes de los que vienen en las guías de estudio, pero no importa, porque puesto que para entonces ya habré leído completo el material estándar de su materia, debería ser capaz de entenderlo la nueva info rápidamente y de elaborar alguna síntesis al vuelo. De cualquier modo debo apurarme porque si no otra vez será agosto y ni cuadernos de lectura ni inscripción ni nada por el estilo..., y la carrera universitaria es una de esas cosas que no debo seguir postergando. Después del de Umberto Eco estudiaré sobre los escritores latinoamericanos del siglo XX, y finalmente, poco antes de entrar nuevamente a la escuela, me aventaré todo lo que siempre quise saber sobre técnicas bibliográficas.

En el de U.E. pasé un interesantísimo capítulo titulado (aprox) Hay de listas a listas, en el que explica que hay listas meramente referenciales, como las de las compras o una guía telefónica, mientras que las hay poéticas, incluso usadas principalmente por el ritmo y la cadencia que establecen, como los rezos que todavía en los años 60 del siglo pasado se hacían en latín, y de los cuales la mayor parte de quienes los recitaban no sabían el significado. También dice que existen listas "poéticas" sin referentes en la realidad cotidiana, pero con referentes en el mundo imaginario de sus autores, así, la tediosamente eterna enumeración que hace Homero de las naves griegas que iban a asediar Troya no hablaba de personajes históricos. Como sea, la diferencia suele ser que cuando tienes una lista meramente referencial, está acotada: una lista de compras no puede ser infinita; mientras que cuando se trata de una lista poética, la intención es sugerir un universo más grande que el que aparece enlistado, un gran "etcétera".

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