18 de mayo de 2010

Por qué el software no debería tener dueños (4 de 8)

  • La ley
Los dueños a menudo mencionan el estado actual de la ley, así como las duras sanciones con las que esta nos amenaza. En este enfoque va implícita la sugerencia de que la ley contemporanea refleja un punto de vista moral incuestionable, y aun así al mismo tiempo, se nos insta a considerar sus sanciones como hechos naturales por los que no se puede responsabilizar a nadie.

Esta línea de persuasión no está diseñada para defenderse ante el pensamiento crítico; está concebida para reforzar un camino mental habitual.

Es evidente que las leyes no distinguen lo que está bien de lo que está mal. Todo estadounidense debería saber que, en los años 50, en muchos estados era contra la ley que una persona de raza negra se sentase en la parte delantera del autobús; pero solamente los racistas dirán que sentarse ahí estaba mal.

  • Los derechos naturales.
Los autores a menudo sostienen que existe una conexión especial con los programas que escribieron; y añaden que, en consecuencia, sus deseos e intereses respecto del programa simplemente prevalecen sobre los de cualquier otra persona, incluso de los del resto del mundo. (Normalmente son las empresas, y no los autores, las que retienen los derechos de autor sobre el software, pero se espera que ignoremos tal discrepancia).

A aquellos que proponen esto como un axioma ético, --el autor es más importante que tú--, sólo les puedo decir que yo, un notable autor de software, lo llamo una tontería.

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